sábado, 9 de abril de 2011

...



...
pareciera que me guindaste
tu sonrisa en el cielo estrellado



Pero es mentira.
Es la luna que perfila quietud y calma
en este corazón alterado
en estos ánimos decaídos
es esta soledad tan
_falsamente poblada...

Caminaba arrastrando las penumbras
arrancando los pesares,
espolvoreando los desalientos...

Así caminaba cuando abandoné el cemento
y alcancé el cielo
y tu sonrisa en mi luna
me arrancó un llanto interno
mudo
insalvable
de alegre tristeza
como de almíbar salado...


Pero no consigo alcanzarme,
de aquí el estómago,
este llanto que me acordona el alma
y me asfixia en esta noche parda.


PD: El día, el día siempre es el mismo, en todas partes el mismo. Pero la noche codiciosa altera el paisaje interestelar en cada lado del charco.